13 de septiembre de 2011

16 semanas, 4 lunas y el nacimiento de Luke

Ese es el tiempo que hemos pasado juntos y no cambiaria ni un solo minuto.
El pasado 23 de mayo lloraba lágrimas amargas por recibir a la doceava regla concesutiva... doce meses de espera..doce meses de ilusion perdida...doce meses de revivir aquel duro trago del mayo anterior...
Cómo ignoraba entonces que seria la última regla antes de tu llegada...
Harta de decepciones, decidí rendirme, decidí dejar de esperar, decidí dejar de preparar tu llegada, decidí olvidarme tanto del asunto que hasta se me olvidó que me tenía que volver a a bajra la regla! Y un buen dia de golpe, lo recordé y me hice un test...2 rallitas!
2 rallitas mágicas, 2 rallitas milagrosas, 2 rallitas rosas y perfectas que me decían que acababas de legar!
Al fin, despues de tanto esperar nuestro momento, recibíamos de nuevo el mejor regalo que se puede recibir: el milagro de la vida!

Quería tomarmelo con calma, disfrutar cada minuto, vivir cada momento como irrepetible que era..pero tenía una barrera psicológica: las 7 semanas (fecha en la que perdimos nuestro anterior embarazo)...asi q mas o menos por esas fechas, pasadas 2 semanas del tan esperado posi, no pudimos mas y nos fuimos a hacer una eco de control...BINGO! Ahi estabas tu, un micropunto en la pantalla diminuto y consistente..no podíamos ser mas felices!

A partir de la semana siguiente, toda la alegria y campechanismo se empezó a tiznar de bilis...empezaron las náuseas y vómitos...pero aún así estaba feliz porq para mi significaba que todo seguía su curso y te estabas agarrando con fuerza...
A pocas mujeres conoczco que sonrían pegadas a una taza de wáter ;)

Mi barriga empezó a crecer sobre la semana 8..increíble, pero cierto, y yo la lucía feliz (como no?! con lo que me habia costado conseguirla!) y esa semana, el 19 de Julio, día en que papá y yo celebrábamos nuestro aniversario, oímos tu corazón: PUM PUM PUM PUM!!!
Menudo regalazo!!

Ese día empecé a respirar un poco mejor, empecé a confíar en que quizá esta vez sí era la buena y empecé a disfrutar de tu compañía: te cantaba, te hablaba, te acariciaba y estabas presente en todas y cada una de las cosas que hacía (que debido a los vómitos no eran muchas, pero bueno, ahí estabas tu, siempre conmigo ;)

Mi amiga Lidia, me habia regalado el angel sound, un doppler casero gracias al cual podíamos escuchar el latido de tu corazón en cualquier momento y el sábado 13 de agosto,a provechando que tus tias estaban en casa, escuchasmos tu corazón y el de tu primo.Fué precioso...y además fué la ñultima vez que pude escuchar tu corazón...

Tenía la sensación de que algo no iba bien...el lunes 15 no conseguía encontrar tu latido y no conseguía quedarme tranquila...asi que con todo ese miedo metido en el cuerpo nos fuimos el martes 16 de Agosto a la eco.

Las palabras exactas del ecógrafo fueron: esto es un aborto.
A partir de ahí emepcé a llorar y él siguió hablando...pero la verdad esq no recuerdo que decía..yo sólo pensaba que todo era una pesadilla, que no podía se rque mis peores miedos se hiciesen realidad..no entendía nada..y sigo sin entenderlo...sólo era capaz de sentir dolor, vacío y mas dolor...

Nos derivaron al hospital Vall d'Hebron, donde nos confirmaron el diagnóstico y al menos recibimos un “lo siento” como muestra de humanidad de la persona que nos atendía.
Nos propusieron un legrado para 2 dias despues.
Yo conocía la existencia del manejo expectante por otras compañeras que lo habían elegido, asi que le pregunté a la chica que nos atendía sobre las alternativas al legrado, sobre el resto de opciones y ella, sorprendida por mi pregunta y demostrando una completa ignorancia sobre el procedimiento, me empezó a hablñar de infección, de las pocas posibilidades de empezar a sangrar por mi misma...en fin..otra vez mas el maravilloso sistema sanitario público español minando la confianza femenina en las capacidades de nuestro propio cuerpo....o intentándolo, porque, por suerte, yo tenia muy clara mi postura al respecto y ella no tenía suficiente información para rebatirla...

Asi que programaron el legrado..y obviamente, no fuí.

Al llegar a casa, aún en shock, llamamaos a mi ginecólogo habitual, en el que tengo infinita confianza y al que considero un profesional como la copa de un pino: el Dr.Guillem Hernández; él nos dijo que fuéramos a verle a su consulta y hablaríamos de todas las opciones disponibles.

Al elegir el manejo expectante, nos informó del funcionamiento y los detalles del proceso y nos citó una semana mas tarde para repetir ecografía y ver los resultados de los análisis de sangre.

Han sido 4 semanas de espera...4 semanas intentando asimilar que tu tambien me dejas
, así como tu hermano me dejó el año pasado...4 semanas pidiéndote perdon por no haber sabido hacerlo mejor, 4 semanas perdonándote por irte y dejarnos aquí sin ti...4 semanas respetando tus tiempos y dándote la oportunidad de nacer, de venir a este mundo, de recibirte de la única manera en la que nosotros sabemos hacer las cosas: con amor.

Y como decía tu padre ayer, podemos estar orgullosos de saber que no te ha faltado ni un segundo de amor mientras ha estado en nuestra mano dártelo; que no hemos dejado que nadie nos separe antes de hora, antes de tu hora...

Eran sobre las 11 de la mañana del domingo 11 de septiembre cuando aquel manchado marroncillo empezó a espesar..pero no aumentaba. Aumentaban los dolores regliles, que se fueron convirtiendo en rítmicos cada cierto tiempo; eran contracciones. Papá no estaba.

Cuando llegó, quizá porq ya me sentía segura, me dejé llevar y las contracciones aumentaron en intensidad, asi q empecé con mis movimientos espontáneos, dejando al cuerpo fluir, dejándome llevar...y eso me calmaba.
Tenía hambre, comimos y tu padre me preparó una bañera caliente que me alivió bastante...después salí y nos acostamos a dormir un rato...pero yo no pude dormir...
Caminé, bailé, hice mil posturas y sonidos...estaba en otro mundo...estaba en el planeta parto.

Luego volví a la cama y me quedé medio dormida, digo medio porq seguía notando las contracciones, cada vez mas fuertes y cada vez mas seguidas, el momento parecia acercarse cuando....CORRE!!

Rompí aguas en la cama, al tiempo que me incorporaba y corría por el pasillo pensando que no llegaba al baño, menos mal que llevaba una compresa, sino aun estari achicando agua del pasillo...

Me senté en la taza y plop! Saliste tu...

Te cogí entre mis manos, no podía hablar...no he visto en mi vida nada mas bello...tus enormes ojos y diminutas manos y aún mas diminutos pies! Con tus orejas preciosas (intuyo que de tu padre, porq las mias son mas bien dumbescas :S) esa naricita incipiente....sin duda lo mas belloq ue mis ojos han visto, lo mas suave que mis manos han tocado y lo mas grande que mi corazón ha sentido...por amoroso y por doloroso...

Justo en ese momento en el que pudimos acunarte, mirarte, acariciarte, tocarte y besarte, justo ahí,sólo por eso, todo había mercido la pena.

Carne de nuestra crane, sangre de nuestra sangre y fruto de nuestro amor..lo mas grande.

Tu cuerpecito descansa en una cajita de madera envuelto en un pañuelo de papá...Junto con todo el amor que teníamos para ti, por si allá donde sea que vayas necasitas echar mano ;)

Pero aún quedaba alumbrar la pacenta!
Casi una hora después completé el expulsivo de la (enorme) placenta entre la bañera y el wc.

Tu padre dice que en ese momento no me veía a mi, sino a la Diosa Madre...aquella mujer conectada con su naturaleza, con la tierra, con todas las mujeres que, antes que ella, habían pasado por lo mismo...
Supongo que algo de razón tiene, pues yo me sentía poderosa y conectada con mi cuerpo, confiaba plenamente en él, conectada con la Madre Tierra, empoderada como mujer...

Ha sido una experiencia intensa donde las haya, tanto física como psicológica como emocionalmente.

Primero porque SÉ que mi suerpo funciona perfectamente, sabe hacer su trabajo y lo hace a la perfección.

Segundo porque te transmite una sensación de seguridad brutal el hecho de sentirte capaz de parir.

Tercero, porque he dado a mi hijo la despedida no sólo que su padre y yo queríamos, sino la que se merece: con dignidad, con respeto ysobretodo con amor. Y eso nos hace sentir buenos padres; hemos dado lo mejor a nuestro hijo y hemos velado por él en todo momento.

Por cierto, creemos que es un niño; asiq por una larga historia le llamaremos Luke,
el pequeño Luke Guerra.

Porque mucho antes de nacer, ya habitabas nuestros corazones.

Te quiere para siempre,

Mamá