Perder 3 embarazos deseados, buscados y soñados convierte tu camino
hacia la maternidad en una carrera de obstáculos larga y dolorosa.Y aunque es
algo que no le deseo a nadie, agradezco infinitamente a mis 3 estrellas el
tiempo que han pasado conmigo y todo lo que me han enseñado; ellos me han hecho
madre, ellos me empujaron a tomar este camino y me ayudaron a descubrir en mi
interior la clase de madre que quería ser para ellos y los que vinieran…
Con ellos empezó mi viaje a Australia…
A principios de septiembre empecé a tener dolores regliles cada vez
más rítmicos y cada vez más intensos… eran contracciones y se presentaban en
episodios de unas dos horas cada día al anochecer con lo cual -y considerando
que estaba en la semana 37- empecé a pensar que la cosa se acercaba!
Hace mucho tiempo que había decidido que si alguno de mis embarazos
llegaba a término, pariría en casa.
Fué una decisión consciente, informada y consensuada con mi
compañero y nació de la necesidad de no querer dejar algo tan importantísimo
como el nacimiento de nuestros hijos, en manos de alguien ajeno, escogido al
azar y que no entendiese lo que para nosotros significa el momento del parto.
Nuestro ginecólogo de referencia y confianza, Guillem Hernández,
atiende partos en casa, y ésta era nuestra primera opción; pero después de
conocerle más en profundidad y conocer experiencias de otras mujeres que ya
habían parido con él, me di cuenta de que no era lo que yo estaba buscando.
En ese contexto conoci a Imma Sàrries. Fué un flechazo!
Estuvimos juntas un par de horas conversando sobre la preparación al
parto que iba a impartir, y llegué a casa diciéndole a David “la he encontrado,
quiero parir con ella!”
A cada visita más nos conocíamos y mas establecíamos el vínculo de
confianza y seguridad que consideramos imprescindible entre parturienta y
partera. Imma es una comadrona respetuosa, empírica, profesional y cariñosa
donde las haya, y no hay para mí compañera mejor en la fiesta del parto J
Asi pues, con estos episodios de pródromos que tenia, la puse sobre
aviso… y ella a mí.
Tenia taaantas ganas de parir! Tantas ganas de demostrarme a mí misma y al mundo que era capaz de hacerlo, que TODAS somo capaces de hacerlo,
que mi mente estaba en estado de alerta permanente, expectante porque “en
cualquier momento” podía desencadenarse el parto!
Tanto así, que en la semana 38 tuve una falsa alarma que nos tuvo
toda la noche en vela, pero al amanecer todo se paró L
Pasaban las semanas, llegué a la semana 40 y estaba psicológicamente
agotada, los pródromos seguían pero la cosa no se animaba, era exasperante!!
Le hablaba a mi bebé, le decía lo bien que iba a estar fuera, con
promesas de amor infinito y mimos eternos…pero ni así! Es que estaba muy bien
dentro de mamá!
Al final “decidí” que ya no iba a parir, que ya no me iba bien, que
total, cada día me encontraba mejor, asi que podia perfectamente pasarme el
resto de mi vida embarazada sin ningún problema! Jajaja
Y entonces, el jueves por la mañana, al levantarme a hacer pis,
expulsé un trozo de moco gelatinoso y sanguinolento…era mi tapón!!!!
Y tenía contracciones, pero como llevaba 3 semanas con contracciones
pensé, “bah! Como siempre” y me volví a la cama con la intención de seguir
durmiendo…
…pero no. Las contracciones eran lo suficientemente molestas como
para no poder dormir…
Eran las 5am
Me senté en la pelota, cogí el móvil y empecé a contar contracciones
con la ayuda de mis compis de pérdidas, mis comadres y compañeras de viaje que
llegado el memento me instaron a sumergirme en mi planeta parto, me pusieron
velitas y estuvieron pendientes de todo el proceso, como manda nuestra ya
tradición partera (y para lo que tenemos a los maridos instruidos previamente), jejeje...
Avisé a Imma cuando vi que las contracciones me impedían hablar y
eran regulares cada 10 minutos y dolorosas.
Eran las 9am
Me metí en la bañera caliente y entonces llegó Imma con su gran
sonrisa y su halo de paz naranja ;) y me relajé aún más…
Al rato llegó Silvia y con ella de repente me apeteció hablar,
activarme, aunque las contracciones seguían y no se si se debió a eso, pero no lo
creo.
Yo no tenía una idea preconcebida de cómo debían ser o no ser las
cosas; justo eso lo había trabajado mucho, no idealizar el trabajo de parto en
casa, no esperar nada concreto y dejarme llevar por lo que el cuerpo pidiese
eran mis máximas a la hora de parir, relajarme y disfrutarlo, let it flow… así que si me apetecía hablar, hablaba porque pensaba que realmente, cuando no
pudiera hablar, no lo haría aunque quisiera J
Fue un día largo, las contracciones eran dolorosas e irregulares y
la teoría decia que así no eran efectivas, así que llegada la noche, por
recomendación de Imma, decidimos “desmontar el chiringuito” y hacer un break
mental y logístico porque todos estábamos agotados!
Ella se fué a casa a dejar a su bebé y debo reconocer que cuando me
lo dijo me invadió el pánico.
Yo sabía -porque lo habíamos hablado previamente y estaba en el plan
de parto- que si no estaba de parto inminente su presencia física en casa sería
intermitente, pero aún así en ese momento, fruto de la desesperación, el
agotamiento y las ganas de parir como fuese, sentí que me estaba abandonando a
mi suerte. Y nada más lejos de la realidad! Pero desde mi planeta parto todo se
magnificaba ;)
Eran las 11pm
A partir de aquí no tengo muy claras las horas porque realmente
estaba en un estado de semi-consciencia y recuerdo más sensaciones que hechos
concretos, pero creo que era de madrugada cuando Imma volvió. Las contracciones
no habían parado y yo no había dormido nada en esas horas, pero por lo visto las
tenía más seguidas y decidieron llamarla.
Recuerdo que me ofreció un tacto para ver cómo estaba dilatando, porque ya llevábamos muchas horas así y no había signos de un gran avance.
Yo había pedido no tener tactos porque no quería estar condicionada
por los centímetros de dilatación, pero en esas circunstancias me pareció buena
idea y accedí. Estaba de 4cm!!!!! me quise morir...
Al cabo de 4 horas me hizo otro tacto… estaba de 5,5cm! (lo de medio
creo que fué por subir la moral jaja, se lo agradezco)
He de decir que los tactos que me ha hecho Imma han sido con
diferencia los más respetuosos y delicados que me han hecho en mi vida! Casi te
pide perdón por hacértelo, es maravillosa J
Con ese panorama Imma nos planteó varias opciones: tomar aceite de
ricino -que podía funcionar o no pero me iba a dar diarrea seguro-, practicar
una maniobra de Hamilton, o seguir esperando sin más.
Llevaba más de 30 horas sin dormir y con contracciones cada 10
minutos o menos, estaba agotada física y psicológicamente, y tenía ganas de
parir YA!, asi que accedimos a la maniobra de Hamilton.
Por lo visto la cosa se animó algo pero tampoco de manera
espectacular, así que Imma decidió dejarnos solos a David y a mí, a ver si en
intimidad el proceso arrancaba definitivamente…
Serían sobre las 5pm
En ese momento le dije a David que quería irme al hospital, que
quería “un poco de epidural para dormir” y él –atónito- me dijo lo más dulce y
amablemente que pudo que si estaba segura, que había luchado mucho para tener
este parto, que en el hospital seguramente no iban a respetarnos y que le
sabría fatal que luego me arrepintiera por haber tenido un momento de
debilidad -que por otro lado era totalmente lícito, claro-.
Pero aún así, preparó la bolsa y lo preparó todo mientras yo seguía
a mi rollo con las contracciones y llamó a Imma.
Mientras ella llegaba, él me seguía preguntando y acompañándome
durante las contracciones, animándome a seguir, a conseguir lo que tanto nos
habiamos preparado para tener, lo que tanto habíamos soñado y luchado por conseguir
y he de decir que en ese momento, colgada totalmente de su cuello en cada
contracción, mientras él me sostenía y cantaba las vocales conmigo… me enamoré perdidamente de nuevo J
Cuando llegó Imma me hizo las misma preguntas, que si lo tenía
claro, que el bebé estaba bien y no había prisa, que en el hospital seguramente
me pondrían oxitocina…y yo sólo sabía decir “quiero dormir un poquito”, “que me
pongan la epidural un poquito y yo duermo, y luego sigo pariendo”
Y ahora me río, pero en ese momento estaba al borde, no podía más,
agotada psicológicamente sobre todo, exhausta…
Eran las 7pm
Imma me hizo otro tacto y sorpresa! Estaba de 7cm!
Habia encontrado una postura –a 4 patas y el culo en pompa- en la
que las contracciones eran más llevaderas, pero recuerdo que alguna me pilló tumbada boca arriba y DIOS MÍO!! Vi una luz al final del túnel! Ahí me acordé de todas las parturientas hospitalarias y el sufrimiento al que las sometían
innecesariamente, pudiendo hacerse más llevadero y natural de otra forma!
Ellos me seguían apoyando para que no nos fuéramos, que total entre
que llegábamos y no ya no merecía la pena y se lo agradezco infinito! Porque
mientras intentaba decidir si irme o no… plof! Rompí aguas… claras!
Eran las 9pm
A partir de aquí pues las contracciones eran muy seguidas, casi una
empalmaba con la otra y me entraron ganas de hacer pis, pero cuando me senté en
la taza ya no me pude levantar más.
Grtaba y gritaba y de repente me di cuenta… mi útero estaba empujando
solo!!
Y mire a Imma asustada y le dije “Estic empenyeeeeeent!”
Y ella me dijo "toca toca, si está la cabeza ahí!” y recuerdo que me
dio miedo! Jajaja pero toqué... y estaba duro duro!
Por lo visto David me levantó de ahí y me llevó a la cama, aunque yo
no lo recuerdo y mi mente me traslada inmediatamente a cuatro patas, sobre la
cama y ayudando a mi útero a empujar, a mi bebé a salir… 1 pujo… media cabeza
fuera! Otro más… cabeza entera!... tercer pujo… el cuerpo entero!!!!!!!!
Miré entre mis piernas y la vi salir… Imma me la pasó y me dijo “aqui
tienes a tu niña!” y la cogí por primera vez entre mis brazos, resbaladiza y
blandita, mirándome con sus enormes ojos abiertos y llorando a pleno pulmon!
Era preciosa!!
Miré a David llorando de alegría…LO HEMOS CONSEGUIDO!!
Hemos traído al mundo un bebé vivo y completamente sano! Y además es preciosa! J
Eran las 9:42h
Hemos traído al mundo un bebé vivo y completamente sano! Y además es preciosa! J
Eran las 9:42h
A la media hora se enganchó al pecho y la placenta tardó una media
hora más en salir, entera, perfecta y preciosa!
Australia es un país maravilloso en el cada dia se aprenden cosas
nuevas y se redescubre la vida a través del prisma del amor incondicional.
Cualquier cosa que me explicaran o que me hubiera podido imaginar, se
queda corta ante la realidad de esos ojos que me miran y me atraviesan porque
están viendo mi alma, las palabras no expresan ese "te quiero" silencioso que
sólo ella sabe decir mientras mama y que entra por cada poro de mi piel y vibra
en cada célula de este cuerpo mío, ahora ya por fin, lleno de vida J